“Rulos, pestañas postizas, tintes, laca... relax, placer. Momentos de confesiones, risas, llantos, deseos y frustraciones. Cuando las peluquerías del barrio eran el único respiro para muchas mujeres. Os presentamos esta oda al peine y a las planchas. Donde la tía Consuelito Salazar encontrará refugio; y Doña Perfecta descubrirá que tal vez el deseo se encuentra donde menos se lo espera; un lugar donde Angustias, la Recatada, quizás sienta como se tambalean todos sus principios.

 

Allí, en este espacio, se moverá la Peluquera María enarbolando el secador y bailando sus tijeras, doblándose, desmontándose al ritmo de EA!”

 

En una peluquería de barrio se reúnen tres mujeres distintas, allí, bajo el amparo de la mirada comprensiva y, casi terapéutica, de su peluquera “de siempre”, contarán sus historias más íntimas. En algunas ocasiones serán como recuerdos atrapados en esas paredes, o anécdotas vistas a través del ojo de una cerradura…

 

Pero siempre bajo la premisa de que “lo que se cuenta en la peluquería, se queda en la peluquería”.